jueves, 7 de noviembre de 2019

BIENVENIDA








Bienvenidos a este blogger educativo donde tiene la finalidad de enriquecer y fortalecer tus habilidades digitales. Encontraras herramientas útiles para tus tareas, compartir espacios y sobre todo es gratuito.Esta dirigido a todo el público, esperando sea de su ayuda.


















https://www.importancia.org/tecnologia.php






El desarrollo personal es una de las herramientas más eficaces para crecer como persona, descubrir tus talentos y ser cada día una mejor versión de ti mismo.

Sin embargo, desarrollar la capacidad de cambio, adaptarse a lo desconocido o enfrentar miedos no siempre es fácil, a menos que cuentes con las herramientas adecuadas.

¿Te gustaría conocer mejor a ti mismo, toma la responsabilidad de tu vida y conseguir éxito sin perder el equilibrio?










¿De qué depende el desarrollo personal? Sentirnos desarrollados depende en cada grupo social y época de muchos factores, pero muy especialmente de nuestras características individuales, como nuestra personalidad, muy ligada a nuestra biología, así como de las circunstancias ambientales que rodean nuestra vida, incluso desde la infancia. Cada persona somos diferente a los demás y esas diferencias se explican por una serie de rasgos esenciales de personalidad, como la Extraversión. Los extravertidos son personas sociables, amantes de las fiestas, tienen muchos amigos, necesitan gente con la que hablar, no les gusta estudiar solos, tienden a ser amantes de la aventura y el riesgo, pueden tener carácter impulsivo, les gustan las bromas, la variación o el cambio, son despreocupados y pueden ser agresivos. Por todo ello, en general, la extraversión está relacionada positivamente con el bienestar; además, el desarrollo personal en personas extravertidas está más ligado a objetivos y valores relacionados con la actividad social. Algunos otros factores básicos de personalidad pueden favorecer una mayor necesidad de desarrollo personal, como la Apertura a la Experiencia, que refleja el mantenimiento de valores e ideas no convencionales, la amplitud de intereses, la búsqueda de enriquecimiento a través de la experiencia y la flexibilidad como opuesto a rigidez. También el Tesón o Responsabilidad, un factor de personalidad que incluye la tendencia a la organización y la eficiencia, así como la necesidad de logro, el sentido del deber o la autodisciplina. Igualmente la Afabilidad o Amabilidad, que supone la capacidad de ser compasivo y confiado, incluyendo la confianza, el altruismo, o la sensibilidad a los demás

¿Qué ideas influyen hoy en el bienestar de las personas?


Influyen
¿Qué ideas influyen hoy en el bienestar de las personas? 

A principios del siglo XX Max Weber puso de manifiesto las relaciones entre la ética protestante y el desarrollo del capitalismo. En múltiples ejemplos resaltó que los valores del calvinismo, más sobrios que los del catolicismo, estaban relacionados con objetivos racionales de logro económico, así como con un estilo de vida más centrado en el trabajo, el ahorro, el sacrificio y en la consecución de esos resultados deseados. En este contexto, el hedonismo o búsqueda del placer no era un objetivo prioritario. Dentro de un colectivo cada vez más amplio de nuestra sociedad puede que una de las ideas que más esté influyendo en los últimos tiempos sobre nuestro modo de realizarnos, de sentir, pensar, relacionarnos, comportarnos, amar, estrechar lazos, etc., sea la idea de que es posible y deseable alcanzar el bienestar emocional positivo permanente sin experimentar emociones negativas. Esta creencia parte de un supuesto: que debemos sentirnos plenamente satisfechos, en cada momento, con todo lo que hagamos y experimentemos, como requisito indispensable para sentirnos bien. Pero además, unido a lo anterior, se suele creer que es posible llegar a materializar dicha creencia a través de un proceso de realización o crecimiento personal que debe abarcar todos los ámbitos más importantes de nuestra vida, pues de lo contrario no nos sentiríamos realizados en algún aspecto, no seríamos plenamente felices y entonces nuestro bienestar quedaría incompleto. De forma paralela a esta idea aparece también la del éxito social, uno de los prejuicios más poderosos de nuestra sociedad, pues hoy en día la ausencia de éxito está asociada a menor reconocimiento y apoyo social. Esta ideología social y cultural que podríamos definir como “el espíritu de la época”, puesto que está bastante extendida, nos advierte con frecuencia de la necesidad vital de perseguir nuestros sueños, amar lo que hacemos, o vivir como pensamos, si queremos alcanzar la plenitud total y liberarnos de una existencia gris y anodina. Por ejemplo, en el terrero profesional cada vez nos resultan más familiares conceptos como superación, motivación, liderazgo, empoderamiento, emprendimiento, logro, etc. Este movimiento surge con el propósito de ayudar a las personas a alcanzar su crecimiento personal aprendiendo a motivarse y con ello rendir más, experimentar menos estrés, desarrollar su talento, disfrutar de un clima laboral más positivo, alcanzar el éxito, etc. En el ámbito más íntimo y personal, las relaciones de pareja estables y duraderas están despareciendo para dar paso a nuevas relaciones temporales basadas en la experiencia de un amor apasionado como única vía posible para mantener una relación, pues existe un prejuicio social muy potente que funde pareja y pasión, conduce al tengo que sentir y, por lo tanto, estar enamorado de forma permanente se considera una condición “sine qua non” para estar bien en pareja. Otro prejuicio paralelo a todas estas creencias es la idea del no conformarse. Este prejuicio de no conformarnos con nada, seguramente ha surgido como consecuencia de la gran cantidad de opciones de las que disponemos para satisfacer todas nuestras necesidades y deseos. Esta disponibilidad de recursos es tan amplia que podemos establecer nuestro criterio personal prácticamente en todo. Desde el tipo de agua que bebemos, la ropa que más nos favorece, el lugar para vivir que mejor nos define, o el tipo de vehículo que más nos identifica, etc. Pensemos por ejemplo, en la variedad de recursos a los que podemos acceder rápida y cómodamente simplemente al alojarnos en un hotel. Muchos de estos establecimientos nos ofrecen desde cartas de almohadas (blandas, firmes, plumón, viscoelásticas, latex, etc.) hasta opciones para ducharnos (estimulante, ascendente, calmante, lluvia, etc.) o cómo deseamos iluminar nuestra habitación (ambiental, íntima, de lectura, relajante, etc.). En los restaurantes cada vez es más frecuente que nos pregunten qué tipo de pan vamos a comer, qué bebidas tomaremos a lo largo de la comida, en el aperitivo, con los entrantes, con la carne, con el pescado o a los postres, con qué guarnición tomaremos la carne o cómo nos deben servir los platos. Al elegir nuestro teléfono móvil podemos seleccionar tantas opciones sobre funcionalidades multimedia, de imagen, vídeo, sonido, Internet, etc., o tantas aplicaciones que podemos descargar, o tantas redes sociales en las que podemos participar, que es imposible conocer y disfrutar de todo. 


















¿Qué es desarrollo personal? Lo explicamos en 3 minutos